Precio: 20 euros
Alumnos 2016-2017: 15 euros
Reserva plaza en el 91.356.9729
Viernes 2 de junio a las 20:00h
Conferencia y coloquio
Ponente: Ana Ruiz de la Prada
Un sueño aquí, una pena allá, deseos, emociones, gozos... Andar por la vida despacio, atentos, observando, olvidando reglas establecidas, conceptos cerrados. Dejar de ser literales. Ser capaces de transformar una cosa en otra, convertir lo externo en algo cercano, sacar lo que tenemos dentro, reírnos de nosotros, con nosotros. Andar por la vida despacio, escuchar las señales. Comprendernos jugando, vivir jugando. Jugando, ser serios. Dejar que sea el azar el que nos dirija, encontrar un objeto primero y crear la metáfora después. Sorprendernos del resultado. Conocernos a través de las piezas que encontramos, a través del significado que cobran. Una muñeca rota muestra nuestra fragilidad; una rueda oxidada nos transporta a una feria en un día festivo, con su noria y sus personajes atrapando sueños; un pedazo de viga nos paraliza...
Los pequeños objetos que encuentro me interesan casi sin saber por qué, cobran sentido cuando los imagino formando parte de una escena. Es entonces cuando se convierten en palabras que me sirven para definir un estado de ánimo o un pensamiento. Son hallazgos casuales, aparecen en mi camino prodigiosamente un clavo oxidado o los restos de una flor seca. Poco a poco, de una forma misteriosa, ese objeto comienza a formar parte de una idea, generalmente una pequeña escenografía que me permite visualizar y verbalizar un estado de ánimo, un sentimiento, convirtiéndose en un lenguaje que comunica y a la vez me descubre zonas de mi propia biografía a la que no tengo acceso si no es a través de ellas. Algo similar a la inasible interpretación de los sueños.
A veces descubro que el mensaje tiene un carácter metafórico, como en Más despacio, por favor. No hay una intención de construir un mensaje, es el propio objeto el que decide lo que va a contar a medida que se va desarrollando la idea. Me gustaría trasmitiros esta extraña manera de narrar a través de objetos encontrados, sin una idea previa, dejando que sean ellos los que nos lleven a construir nuestra pequeña historia.